El gatopardismo del aficionado.

Los comienzos de temporada suelen ser proclives para invocar a la revolución. Alzar la voz y gritar. En twitter que mola más. Plasmar en ciento cuarenta caracteres los deseos de que todo cambie. 

Hace un año por estas fechas, y en este mismo lugar, hablábamos del gatopardismo taurino. Y viendo las primeas ferias del año, a día de hoy, podíamos trascribir tal cual las palabras exactas de aquella atinada reflexión. El año pasado fue el PENTAURO, y en este la novedad es la llamada FIT, pero Fallas sigue siendo un calco de las cinco ferias anteriores.

Pedimos el cambio. El aficionado. Con nuestras razones sólidas y bajo la premisa de la libertad y nuestra inquebrantable afición. Pero con tics, cada vez más habituales, que nos hacen parecernos peligrosamente a lo que nosotros mismos criticamos. Somos don erre que erre. Sorprenderse con los carteles de Olivenza es un ejercicio estéril que no vale más que para gastar energías y autofustigar nuestra, ya de por sí, minada moral. Rasgarse las vestiduras porque Zalduendo vaya acartelado en el evento taurino de Brihuega es como sorprenderse del nivel cultural de un programa que presenta Emma García. 

Luego vemos un vídeo de misticismo artificial con Diego Urdiales tentando una vaca que ha sido seleccionada para que la mate el Fandi, y lo elevamos a dogma de fe, cuando esos documentos gráficos han sido tachados de publirreportajes por nosotros mismos cuando era otro el torero protagonista. Perdemos credibilidad a base de repetirnos como el ajo. Año tras año. El gatorpardismo. Pero en este caso, del aficionado. Y en ese saco vamos todos. También el que firma.

Revista "El Monosabio". (cultoro.com)

Es difícil pedir cambios cuando nosotros, los aficionados, somos los primeros que seguimos instaurados en una crítica viciada por filias y fobias personales. 

Ahí va otra. Si un ganadero prefiere llevar al matadero un hierro histórico antes que vendérselo a un aficionado adinerado, maldecimos contra la figura de turno por tan triste desaparición. Y en esas estamos. Cabreados como monos. Un año más y con una temporada por delante que ilusiona más bien poco. 

Menos mal que de vez en cuando te llevas agradables sorpresas, como la de este sábado, cuando será presentada,  a las 18:30 en la madrileña librería Con Tarima, la nueva revista taurino-cultural "El Monosabio" impulsada por el Ateneo Cultural Taurino Orson Wells. Destacar que, en este primer número, la plaza de toros de Zaragoza tiene un especial protagonismo. Nuestros mejores deseos para El monosabio.