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En la plaza de toros de Zaragoza hay varios azulejos que recuerdan y homenajean a personajes insignes que por alguna razón histórica tienen un vínculo especial con el coso. Hace poco,
ladeldos ya desgranó con tino el escaparate de recuerdos que decoran las paredes de la plaza y el de algunos olvidos infundados e injustos. Sin embargo, en un nivel superior, están aquellos personajes que por sí solos tienen suficiente fuste como para que su recuerdo perviva para siempre en tres dimensiones. Dos, un torero y un pintor. Los dos aragoneses.
La escultura de Paco, el de los toros, que sigue escondida en el patio de caballos entre matojos y furgonetas, y
el busto de Nicanor Villalta, que da la bienvenida a los viandantes que llegan a la Misericordia por la plaza de El Portillo. Porque Nicanor Villalta es orgullo maño. Y porque, entre otros muchos logros, sigue siendo
el torero que más orejas ha cortado en las plazas de toros de Madrid. Cincuenta y seis, concretamente.
Ayer en Madrid, nos enteramos a través de las
Entre Barreras de Ángel González y la
Glorieta Digital de Paco Cañamero, que entre los actos de justo reconocimiento a Manuel Benitez "El Cordobés" se contemplaba la inauguración de un azulejo a su nombre. Hasta aquí, amén. Mi cabreo, y el de otros muchos aficionados, madrileños incluidos, vino al enteramos de que la nueva placa del homenajeado suponía el ultraje a la historia de la plaza, y del toreo. Llevaba consigo quitar la placa que evocaba las hazañas del fino torero aragonés.
Desvestir a un santo para vestir a otro.
Por otras fuentes que cita el
blog Toro, Torero y Afición, parece ser que - cito textualmente-
"las nuevas placas de azulejos son de mayor tamaño que las antiguas y por ello se había encargado una nueva placa dedicada a Nicanor Villalta que se colocará en breve sustituyendo a la retirada."
La propia nieta de Nicanor,
en los comentarios del post que firma Ángel González, puntualiza que desde el Centro de Asuntos Taurinos de Madrid le han asegurado que la retirada de la placa viene motivada, única y exclusivamente, por su restauración y actualización. Y que será recolocada en breve.
Estaremos atentos a su restitución.
1 comentarios:
Me parece vergonzoso y ofensivo que se quite un azulejo para poner otro, pero que encima sea para poner el de ese señor de Córdoba, resulta insultante. Porque don Nicanor Villalta no solo es el que más orejas ha cortado en la plaza de Madrid, es que además, durante sus años de asesor del presidente en el palco de Las Ventas, esta plaza mantuvo la dignidad y rigor del que ya ni llegamos a acordarnos. No me dirán que esto no está corrompido y manipulado. Estos espabilados solo quieren halagar a los suyos, aunque no se hayan ganado tales alabanzas.
Un abrazo.
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