Aficionados maños, temporada en el exilio.

Este año, como habréis podido comprobar mediante aviso publicado en la cabecera del blog, he decidido no realizar ni publicar ninguna crónica de los festejos taurinos que se celebren en la Feria del Pilar. Ha sido una decisión dolorosa y meditada. Las razones podéis imaginar que tienen que ver directamente con la actual situación de la plaza de toros. De hecho, tengo en mente no prodigarme mucho por el tendido cinco de la Misericordia. Mi tendido. Los argumentos de mi ausencia son los mismos que los de mi "huelga bloguera". Quizás me acerque uno o dos días, por aquello de acompañar a los amigos a ver a dos de "nuestros" toreros.

Foto de mi visita a Pamplona este año.

Echando la vista atrás, descubro que este año se parece a aquel 1994, cuando ahorraba de mi pequeña paga semanal el dinero suficiente para costearme las entradas para ver a Joselito en Zaragoza. Lleno de ilusión acudía en dos o tres ocasiones durante la temporada a la Misericordia. Desde aquel 1994, mi afición creció exponencialmente, y con ella, mi asistencia a la plaza de toros de Zaragoza hasta ser abonado de temporada durante varios años seguidos. Diecinueve años después, este 2013 voy a igualar el número de presencias a mi plaza de aquel 1994. Algunos dirán que he perdido afición, que me he acomodado. Sin embargo, haciendo un repaso del año, he visto bastantes corridas en directo. En otras plazas la mayoría. Haciendo un recuento rápido, estuve por Sevilla, en San Isidro, viajé a Ceret, no me perdí Bilbao, un día en Pamplona, ¡y Andorra!. En Zaragoza dos. Hasta la fecha, la corrida concurso y el festejo de San Jorge con toros de Peralta. Un lastimoso 10% es lo que representa Zaragoza en mi temporada. Qué tristeza. Yo que quiero a mi plaza como nadie.

Foto con el gran Andres Verdeguer de cornadasparatodos en Bilbao

Lo que os cuento puede resultar egocéntrico. Pero mi caso es el de otros muchos aficionados maños. Me consta -como dicen los políticos- que hay otros muchos aficionados de la tierra que han acudido a numerosos festejos fuera de Zaragoza mientras apenas han pisado el coso de Pignatelli. En cierta manera, los aficionados maños hemos tenido una temporada en el exilio. Desterrados de nuestra plaza por gentes que ni siquiera sabrían enumerar ocho toreros aragoneses. 

Os invito a todos aquellos aficionados desterrados de Zaragoza a que compartáis con todos, en los comentarios de este post, vuestra temporada en el exilio. Por poner algún ejemplo, no hace falta más que echar un vistazo a los blogs aragoneses para descubrir que UnaDelDos, Mulillero, Josemi o Ferrando, han visitado más plazas foráneas que veces han acudido a la plaza de Zaragoza.

Pero como cantan en la Romareda. Volveremos, volveremos otra vez.