El de hoy es el enésimo capitulo del "placicidio" zaragozano perpetrado por una banda de empresarios chusqueros bajo la mirada complaciente y pasota de unos políticos que campan sonrientes en el callejón de una plaza que están dejando morir.
Al latrocinio a la afición maña se ha sumado hoy otro invitado del que no sabemos qué papel ha tomado. Inocente o culpable. O cómplice. En la mediodía de hoy se conocía que
Javier Castaño no torearía la corrida concurso de Zaragoza en la que estaba anunciado. Curiosamente, el cartel resultante ha sido el mismo que
la Diputación Provincial de Zaragoza había rechazado días antes por su baja calidad. El papelón de la DPZ es de aúpa. De chufla. De pardillo al que le dan collejas y no se rebela.
Sobre la decisión del torero, hay muchas especulaciones. No llegaremos a conocer la verdad. Con casi toda la seguridad nos quedaremos sin saber ninguna de las dos versiones. Ni la del torero, ni la de la empresa. No les interesa. El sistema fomenta este tipo de prácticas abusivas que acaban choteándose del aficionado para su beneficio común. Lo único que sabemos es que el entorno del torero ha montado en cólera en los corrales por un quítame allá esos mazas. No les gustaba el toro de los Hrdos. del Conde de la Maza y han presentado un parte médico (ver foto) antes de marcharse a Sevilla a matar la corrida de Miura. Atufa. Desconocemos si la componente económica ha sido también partícipe del cambalache. En cualquier caso, si así hubiera sido, el apoderado de Castaño en qué pensaba cuando anunciaba a su torero en una plaza moribunda, con una empresa denunciada por desahucio, en una fecha desubicada del calendario taurino. Igual es que se pensaba llevar un buen fajo. Venga ya. Sabían a lo que venían y sino que no se hubieran dejado anunciar. O acaso no sabían con quién se estaban jugando los cuartos.
|
Aviso de la sustitución de Javier Castaño |
La corrida concurso ha pasado sin pena ni gloria. Insulsa. He llegado tarde y he pasado más tiempo charlando con los compañeros de localidad que mirando al ruedo. Aún ha habido héroes de Valencia y Bilbao que han venido a ver la corrida desde sus destinos de origen. Durante el rato que he mirado al redondel me ha dado tiempo a ver que el toro de Conde de la Maza era imponente pero se ha parado en la muleta. El astifino y amorrillado castaño de López Gibaja, a la postre ganador del concurso, ha hecho una gran pelea en varas, destacando su ímpetu y clase debajo del peto, romaneando y poniendo en serios problemas la estabilidad de jinete y caballo en las tres varas que tomó. El que hizo cuarto, un Ana Romero basto de hechuras puso en jaque la comodidad desesperante de Juan Bautista y la de su picador en un espectacular primer puyazo. El toro con el hierro de Jaralta ayunó peto para dar calidad en la muleta. El "raboso" de Ribera de Campocerrado fue, en conjunto, el más potable sin llegar a destacar en ninguno de los tres tercios. El que abrió la corrida, de Murube, no lo vi, pero me dicen que no tuvo nada destacable.
De los coletudos, destacar el gusto, durante algún pasaje, que aún perdura en la muleta de Rafael de Julia (Ovación y Oreja), la voluntariosa tarde del local Ricardo Torres (plausible su forma de ejecutar la suerte de matar) y el cero absoluto de Juan Buatista, una vez más.
Poca gente en la plaza. Lo esperado dadas las circunstancias. Los premios fueron los siguientes:
Trofeo Fernando Moreno al mejor picador:
Manuel José Bernal, de la cuadrilla de Ricardo Torres.
Trofeo al Mejor Toro:
“Marqués” de López Gibaja, lidiado en 3º lugar.
Trofeo al mejor lidiador:
Rafael de Julia.
Los trofeos fueron entregados, por este orden, por Jesus Arruga -gerente de la empresa-, Jesús Pérez -coordinador de asuntos taurinos de la DGA- y por el empresario, Carlos Rodriguez.
|
“Marqués” de López Gibaja. (FOTO: Andre Viard) |
Luego uno se entera de que dos amigos aficionados, como tú y como yo, van a matar con muleta y estoque dos becerros adelantados santacolomeños, y caes en la cuenta de que ningún frescales va a conseguir que se nos vaya esta bendita afición.