Orgullo de ser aficionado. Ceret 2012

Va a resulta difícil explicar lo vivido en Ceret sin ponerme grandilocuente, incluso pedante. Otra posibilidad  que tengo es hacerme el listo y ya que no es la primera vez que estoy por allí, empezar a sacar faltas de lo ocurrido para demostrar al mundo entero todo lo que entiendo de toros y lo buen aficionado que soy. Ni lo uno, ni lo otro. Si quieren saber qué y cómo es el Ceret taurino, no dejen de leer Recortes y Galleos, Rafael Cabrera lo cuenta bonito, y con todo el lujo de detalles.

Prefiero empezar diciendo que este fin de semana en Francia me ha servido para demostrarme a mí mismo que no soy una rara avis en esta sociedad gustosa de la superficialidad, y si lo soy, lo soy para bien, que esta pasión que tenemos los aficionados a los toros es un premio divino que nos tocó el día que fuimos a una plaza por primera vez. Porque disfrutar de Ceret de Toros es un privilegio sólo al alcance de los aficionados a los toros. Gente como los de la  ADAC, toreros como Fernando Robleño y aficionados como vosotros (ya sabéis vosotros a quién me refiero) son un regalo para los sentidos y para el corazón de aficionado. El orgullo de ser aficionado a los toros.

Robleño es el paradigma de la injusticia taurina. No echarle cuentas a este torero en las ferias es como no programar a Estopa en las Fiestas de Cornellá. Sin embargo, Francia es el mismísimo epicentro de la equidad  taurina. Los galos adoran al torero madrileño, y concretamente en Ceret, es hijo adoptivo popular. Porque se lo ha ganado con sudor, y sangre, y desde ayer, también con lágrimas. Porque nunca le podrán reprochar nada como torero, y eso, en estos tiempos de continuos ambages dentro de la propia Fiesta, ya es mucho. 

En contraprestación a ese amor, Robleño decidió anunciarse con seis escolares para el regocijo de la afición francesa. Una gesta, esto sí. Un gesta que lo fue aún más al cruzar, junto con el ganadero, la puerta grande de la coqueta plaza de Ceret donde le esperaba su pareja y su hijo recién nacido. 

La tarde fue un compendio de solvencia, autenticidad y toreo del bueno. Robleño superó el envite con una nota alta, muy alta diría yo. La corrida de D. José Escolar, si bien fue espléndida para el triunfo, no regaló nada. Me encantó. Variada, encastada, poderosa, de humillada embestida y con final. Acertada de presentación. Nada que ver con la que salió en Madrid, ni en tipo, ni en juego. Por poner un pero, un poquito más de bravura en el caballo para rozar la perfección. Para conocer más detalladamente el juego de cada toro hay que leer Dominguillos.

Qué mejor manera de describir lo ocurrido con los fantásticos vídeos que graban y editan y los amigos de feria.tv

VIDEO DE LA FAENA DE DOS OREJAS A "CALOROSO", EL 6ª DE LA TARDE, 

VIDEO RESUMEN DEL FESTEJO

Como aperitivo al espectáculo vespertino, por la mañana se celebró una interesante novillada de José y Mauricio Escobar (VIDEO resumen del fesejo de feria.tv). Tres y tres. Un buendía y un graciliano en cada lote. Impecablemente presentada. Prácticamente los seis mansearon en el jaco aunque todos sacaron casta en la muleta. Por lo general, los tres novilleros, estuvieron por debajo de sus oponentes, incluido nuestro paisano Imanol Sánchez, que no tuvo su mejor día, salvo con la espada donde resaltó su eficacia. Emilio Huerta cortó una oreja de su primero que junto a la otorgada al Fundi, fue la más barata del ciclo. "El Dani" emborronó con los aceros una labor mediana.

Si hemos de rebuscar alguna crítica en la feria, éstas llegan en la corrida de Moreno Silva, donde se lidió un toro, el cuarto de la tarde, y un quinto bis, que, según los que conocen el toro de Ceret, no fueron dignos de su pequeño ruedo. Para mi, reprochable sobretodo el bizco que salió de sobrero. Los saltillos nos dejaron a medias. Imponentes de salida pero con efecto gaseosa. De más a menos. Como atenuante decir que a varios de ellos se les pegó mucho y mal en el caballo. El Fundi, al que se le recibió con una emocionante pieza musical local y una atronadora ovación, recibió la comprensión y el cariño del público en dos trasteos que evidenciaron su dubitativo estado delante de la cara del toro el año de su despedida. Castaño adoleció de toros aunque volvió a demostrar su solvencia y capacidad lidiadora de sobras  por todos conocida. Por cierto, David Adalid, uno de sus dos lidiadores, pareó a los dos toros, como ya va siendo norma últimamente. En contra de la opinión general, creo que su actitud es reprochable. Un torero de plata no puede estar sólo para el lucimiento personal con los rehiletes, un torero de plata, es mucho más que eso. Serafín puso disposición y un ramillete de lances a la verónica. Apostillar que la tarde mereció la pena sólo por ver la suerte de varas ejecutada por Castaño y, sobretodo, por Tito Sandoval. Un auténtico espectáculo.

Y por no hacerme pesado y aburrir al paciente lector, quiero terminar con unos comentarios breves apoyados con material gráfico (las fotos no son las mejores, pero son las que hay):

(1) En Ceret, el primer tercio es el eje sobre el que pivota el espectáculo. Para muestra, este vídeo de lo que es torear a caballo y de cómo se ejecuta la suerte de varas. A cargo del picador francés Gabin Rehabi, a la postre, ganador del premio a la mejor labor de piquero:

(2) En Ceret, los aficionados franceses no llevan camisas de cuello blanco ni polos de marca sevillana, en Ceret, los aficionados franceses llevan zamarra cuatribarrada con el seis de Robleño a la espalda.

(3) En Ceret saben reconocer la carrera profesional de los toreros honrados.

(4) En Ceret se pone al toro en suerte para que demuestre su bravura en el caballo.

(5) En Ceret se llenan los tendido en una novillada a las 11 de la mañana.

(6) En Ceret se congregan aficionados de toda la geografía mundial y entre todos consiguen que sientas auténtico orgullo de compartir esta pasión por la Fiesta de los Toros. 

Gracias por este magnífico fin de semana a todos.