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Los aficionados, ¿clientes o fans?
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12 comentarios:
Impresionante David, el Post y el vídeo. Y para pensar y mucho sobre "clientes o Fans".
Yo creo que al toreo, le falta infraestructura industrial,es decir, ése músculo que mueva el día a día de la Fiesta, fuera de las dos horas de una corrida cualquiera y un día cualquiera.
Es verdad, que los entornos de los toreros, yo los veo poco profesionalizados, pero porque nunca han sido conscientes de estar dentro de una industria. Si fuese así, seguramente sí que tendrían la necesidad de profesionalizar sus entornos.
Para resumir, creo que para la industria somos clientes, mientras que el torero debería cuidar de sus fans. Y además, se podrían crear estrategias comunes entre empresa y torero para proyectos concretos. Aunque éso es un imposible, en el mundo del toro, pues muchos empresarios condideran al torero como un enemigo, y no es palabrería. Es así. Por ej. Canorea.
Un saludo.
Lo tengo clarísimo, soy cliente con una “adición” a todo lo que tiene que ver con el Toro,… creo que el fenómeno Fans y los “aduladores” es un mal que esta llevando a la Fiesta por “estos” derroteros….
Gran entrada, David!! Como tantas otras, que te leo aunque no comente.
Creo que somos clientes para la industria, pero en el peor sentido, en el que tenía la palabra cliente en Roma: "el que se inclina". Los aficionados que mantenemos este negocio pagando nuestras entradas somos tan sólo para los empresarios taurinos "los que nos inclinamos" ante los carteles que elaboran.
Fan todos sabemos que procede de "fanatic" y el palabro me gusta regular, porque denota poco espíritu crítico, pero un poco fanáticos sí que somos.
Saludos.
Pues yo, para complicarlo más, creo que no somos ni clientes ni fans. Somos usuarios. ¿cual es la diferencia?
A los clientes, de una u otra forma hay que convencerlos para que vengan a comprarme a mí, porque tienen otras opciones dónde elegir.
Los usuarios, por el contrario, no pueden elegir. Esto es lo que hay y no existe alternativa.
Sólo con esa visión se explica la constante inclusión en los carteles de las ferias de toreros y ganaderías, que no sólo no dicen nada, sino que en muchos casos encadenan un fracaso detrás de otro y al año siguiente, otra vez....
De Morante, Juan Mora, Cuadri y Baltasar Ibán soy fan.
Saludos
Raúl,
celebro que te hay gustado el video. Ya sabes que para mí, y para muchos otros, eres una de las referencias en la blogosfera taurina en el trato de la gestión empresarial taurina.
Comparto contigo en que al entramado empresarial le falta estructura propia, profesionalización, visión de futuro...
Para mi el principal problema es su distorsión de la realidad. Una miopía empresarial que les hace desenfocar el que debería ser su principal objetivo. Me da un poco igual si es como cliente o como fan, pero no perciben la importancia de enfocar adecuadamente quién o quiénes son los verdaderos receptores del resultado de su actividad.
Este video consigue abrir una reflexión sobre quién debe de ser ese foco para los empresarios, y cómo deberían tratarlo, más allás de llamarnos fans, clientes, usuarios, o como ellos deseen..
Un saludo
Cárdeno,
a mí, de primeras, también me suena mucho mejor el término "cliente" que el de "fan". Sin embargo, si profundizamos más en el tema haciendo uso del video, podemos sacar más conclusiones de las que aparecen en la supercifie.
Quizás el término "fan" lo tengamos relacionado con un tipo de comportamiento que nada tiene que ver con el aficionado a los toros, sin embargo, viendo el video, se descubren muchas de las claves que hoy por hoy, el sistema taurino obvia.
Me parece acertada la reflexión que hace Raúl, relacionando al "cliente" con la empresa, y el de "fan" con los profesionales (toreros, ganaderos...)
Nuestra pasión por los toros la debemos desligar de la adulación, como bien apuntas, pero los toreros, con sus actos, deben conseguir que tengamos verdadera admiración por ellos.
A este respecto, mira los ejemplos que pone llavero sobre sus fans. Me consta que su "fanatismo" por Morante, Juan Mora, Cuadri o Baltasar Ibán nada tiene que ver con el perdón eterno si no más bien por una admiración por su forma de entender la profesión.
Saludos
Juan,
al igual que la gestión empreasarial taurina, por norma general, va años por detrás de otros muchos sectores, su percepción del "cliente" también lo está. Igual no hasta la antigua Roma, pero casi, jejeje
Yo tengo la sensación de que el cliente es visto por muchos de ellos como el disidente, el perturbador, el protestón, el que nunca se conforma... en vez de tenerlo como el sustento de tu negocio al que tienes que satisfacer sus demandas. Ese desenfoque del que hablaba anteriormente no proviene de no saber quiénes son sus objetivos (los aficionados), que lo saben, sino de cómo deben ser tratados estos, en relación a ello, el video da muchas pistas sobre cómo deberían hacerlo.
Lo de fan la verdad es que suena requetemal, y sospecho que es una traducción literal del inglés. Si lo dejamos en "seguidor", ¿a que ya suena mejor?
Un abrazo
llavero,
discrepo un poco con tu visión. Seguramente tanto tú, como yo, seamos seguidores acérrimos de esta disciplina artística y seguiremos sacando el abono independientemente de cómo programen (para vuestra, este año). Pero, desafortunadamente, el gremio de acérrimos cada vez somo menos. La superviviencia de la Fiesta depende más de esos "otros" aficionados que no han firmado su hipoteca vitalicia de aficionado. Ese si que es un cliente que hay que satisfacer, un cliente que tiene otras ofertas de ocio y que si el espectáculo, desde todas sus vertientes (atención, producto, servicio, precio...) no es satisfecha, dejará de ir y nos cambiará por otra de las muchas alternativas lúdica-artística-culturales que existen.
Dicho esto, el problema que describes es otro de los grandes déficits de la Fiesta. El clientelismo y la ausencia total de meritocracia más allá del padrino que tengas.
Nos vemos el Domingo. saludos
Desde mi punto de vista, a los toros van tanto fans como clientes.
La mayoría de los aficionados se comportan como clientes (en algunos casos puntuales son fans de un torero o de tal o cual ganadero, pero en lineas generales se comportan como clientes).
Por su lado el porcentaje de espectadores ("especie" diferente al aficionado) que se comporta como un fan (y fan, en el peor de las acepciones posibles) es mucho más alto.
Ahora, para mi la autentica pregunta es ¿a quién consideran y dan trato de cliente las empresas (taurinas, se entiende)?. A esta pregunta responde de manera muy acertada D. Ignacio Sánchez-Mejías en su blog. La respuesta es : El torero"
http://blogs.abcdesevilla.es/desdeeltendido2/2011/09/30/el-cliente/
Óscar,
magnífico rescate. Recuerdo perfectamente el artículo de Ignacio Sánchez-Mejías en su blog. De hecho, le dediqué una entrada en el blog junto con otro de Juanma Lamet (http://www.eltorodelajota.com/2011/09/dos-joyas-de-la-blogosfera-taurina-que.html). Creo que hace una descripción exacta de lo que estamos hablando.
En cuanto al término fan, no tiene porqué ser menospreciativo. El video da muchas claves, en torno al concepto de fan, de cómo deberían ver las empresa y los profesionales a los aficionados taurinos. Debemos apartar la cuestión léxica y centrarnos en el fondo. No es malo que la gente sea fan, seguidor o entusiasta de alguien o de algo.
saludos
No conocía "ese" articulo Oscar/David, se me paso..., buenísimo..., estoy totalmente de acuerdo con su contenido..., de parte de un "cliente que paga", abierto y dispuesto a emocionarse en cada espectáculo al que asiste..., pero a punto de tirar la toalla y que paguen otros....
Yo no digo que el fenómeno Fan sea algo "malo". Cuando hablo de "la peor de las acepciones posibles" me refiero a que hay espectadores-fan que se comportan como esos fans incondicionales para los que "todo es fantástico si viene de su ídolo". Hubiese usado el término hooligan, pero no quería por la carga de violencia asociada.
Por eso mismo decía que hay aficionados que también se comportan como fans de tal o cual torero o tal o cual ganadería. De estos la mayoría son fans-seguidores pero con criterio.
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