Plegaria por la Misericordia a José Tomás

Zaragoza te necesita. Como las aves necesitan su nido. Se lo oí a un poeta mejicano y me gustó. Es una cuestión de simple supervivencia. La hemorragia de abonados prófugos de la Misericordia durante estas últimas temporadas está cogiendo nivel de desangramiento letal. De esas cornadas que te mandan al otro barrio antes de llegar al hospital más cercano. Muchos, ni dos ni tres, muchos, pensamos que el único torniquete que puede parar la pérdida de glóbulos rojos se llama José Tomás, y se apellida Román Martín. En Abril, en Octubre, o el día de los enamorados. Cuando sea.

¡Que le den la plaza al que traiga a José Tomás! Igual ni lo sabes, pero pronto tendremos nuevo pliego para elegir empresario en Zaragoza. Nos jugamos muchos. Demasiado. Por inmerecido y por grave, la cosa nos tiene con el corazón de aficionado encogido. Aunque mi intunción me dice que el gestor que salga del concurso de adjudicación, sea quien sea, va a tener poquito que decir al respecto de tu posible presencia a orillas del Ebro. Llegado el caso, incluso su propia presencia en los despachos podría ser un obstáculo, por acción o por omisión. Tuya es la palabra, tuya la decisión. Te necesitamos. Y te esperamos.

Firmado: un abonado de Zaragoza