El pliego de Madrid, otra piedra en el camino.

A falta de toros, la cosa va de pliegos. Ante la escasez de noticias, los aficionados nos entretenemos a puertas del frío invernal divagando sobre cómo de bien legislan nuestro políticos a favor de la Fiesta cuando tienen que hacerlo a través de la redacción de pliegos de adjudicación de los más importantes cosos taurinos de nuestro país. Ya hablamos de las funestas intenciones que sobrevuelan el próximo pliego de Zaragoza. Mientras esperamos a saber más detalles, ya se conoce el contenido del pliego de condiciones que regirá el concurso de adjudicación para los próximos tres años, con opción a dos más, de la Plaza de Toros de Las Ventas. La piedra angular de la Fiesta de los Toros sobre la que gira el propio futuro de ésta.

Visto el articulado, la cosa pinta más mal que bien. A modo de resumen, estas son las condiciones del concurso de adjudicación:

(vía mundotoro)

Según Abella 'El texto consagra a Las Ventas como plaza de temporada. El nuevo pliego nace con el objetivo de aumentar la calidad rebajando el canon'. El canon del nuevo pliego, basado en un mínimo y puntuado al alza (quien oferte la mayor cantidad económica se llevará la mayor puntuación del apartado) asciende a 2.300.000 Euros (esto supone una rebaja de un millón de euros con respecto al anterior).

Se exige la programación de 15 corridas con toreros que hayan triunfado en plazas de primera los tres últimos años: diez en San Isidro, dos en temporada y tres en Otoño. Se estimula la potenciación y el incremento de festejos.

Mejoran las condiciones para el aficionado, se potencia el acercamiento a la plaza de los jóvenes (se amplía a 700 en número de este tipo de tarjetas-abono) y la domiciliación bancaria de los abonos.

En las dos corridas que organiza La Comunidad (2 de Mayo y Beneficiencia) ésta decidirá toros y toreros pero el resultado económico correrá por cuenta del adjudicatario.

La temporada arrancará el cuarto domingo de marzo y se extenderá hasta el día de El Pilar (12 de Octubre). Se mantiene el mismo número de festejos y se fomenta el incremento de los mismos. No hay obligación sino 'preferencia' de programar los festejos en domingo, dando en ese punto mayor flexibilidad a la empresa adjudicataria.

Se valora la inclusión en la plica de ganaderías de primer orden y la presencia en los carteles de hierros de encastes minoritarios.

El precio de las entradas sube un 5%.

Se pide solvencia económica bajo criterio financiero (manejar un volumen de 10 millones de euros en los tres últimos años) y de experiencia. Las empresas que se presenten deben acreditar haber gestionado al menos dos plazas de primera en tres temporadas y haber programado un mínimo de 10 festejos mayores durante cada años de este periodo. Para ajustarse a la ley, este requisito, únicamente se tiene en consideración como criterio de acceso al concurso y no de adjudicación.

Se mantiene la ayuda a la Escuela de Tauromaquia Marcial Lalanda de Madrid en los mismos términos económicos y de bravura del pliego anterior y se añade una ayuda idéntica a repartir entre tres Escuelas de la Comunidad (Arganda-Fundación El Juli, Moralzarzal y Colmenar Viejo)

El plazo de concesión es por tres años ampliables a dos más. La fecha límite para la presentación de ofertas es el 12 de diciembre de 2011. La apertura del sobre con la documentación de criterios, el 19 de diciembre y la apertura del sobre con la oferta económica, 29 de diciembre. Ese mismo día, se dará a conocer el nuevo empresario.

Siguiendo con el refranero popular, para este viaje no hacían falta alforjas. Es un pliego continuísta, anacrónico, conservador y que fomenta la subasta. 

Varias reflexiones a vuela pluma:

1. El pliego de condiciones viene con la firma del partido político que se autoproclama defensor y salvador de la Fiesta. Los mismos que abogan en su ideario político por reducir la presión fiscal a las empresas son los que introducen como componente competitiva un impuesto de explotación (vía canon) que estrangula la capacidad de gestión de las empresas.

2. ¿De qué vale reducir el canon si no se le pone techo, y éste puntúa en la oferta económica sobre un 25% del total? Las empresas irán a máximos lo que repercutirá en una pérdida de calidad en el espectáculo.

3. Volvemos a la misma idea: No es lo mismo predicar que de dar trigo.

Es verdad que hay otras novedades plausibles, pero el afán recaudatorio de la administración ensombrece el resto de propuestas. ¿Qué os parece a vosotros?