Ayer volvió la polémica a Madrid. Bendita polémica. La salsa de toda salsas. La historia del toreo ha estado llena de controversia y discusión entre partidarios y contrarios, y en parte por ello, disfrutamos de un espectáculo mil milenario. Una Fiesta monocorde y uniforme está abocada al pozo del aburrimiendo.
La Puerta Grande de César Jiménez fue el epicentro de la polémica en los tendidos. Mi opinión es confusa y posiblemente incoherente. Jiménez me gustó más en el sobrero de Carmen Segovia que en el fantástico "Rodalito", sin embargo, considero de más peso la oreja del primero que la del que hizo quinto bis. Las dos orejas, teniendo en consideración premios de días pasados, resultan equitativas, si bien salir en hombros por la Calle de Alcalá se antoja como un premio excesivo, reservada para las grandes gestas toreras.
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| Jesús Arruga |
Urge cambiar el reglamento madrileño o subir la exigencia auricular. Quizás en este segundo planteamiento, la presidencia debería tomar la iniciativa correspondiente. Dicho esto, me molesta profundamente que grupos de aficionados siente dogma o cátedra taurina, y llamar a otro " ignorante" -como sucedió ayer- por discrepar, además de ser onfesivo, es precísamente eso. Acepto, e incluso comparto, alguno de los argumentos esgrimidos por la parte más crítica de las Ventas, pero creo que la controversia de ayer se reproduce por una percepción distinta de pequeños matices. ¿Todo el que pidió la segunda oreja de Jiménez es un analfabeto taurino? No lo creo. Esa supremacia moral y taurina que pretenden algunos ataca directamente a la propia Fiesta, donde siempre han convivido multitud de aficionados de diferente sensibilidad. Discutamos fervientemente, con la vehemencia necesaria, pero llegar a la descalificación hace perder la razón al que ofende.
Donde no hubo ningún tipo de polémica es en coincidir el pedazo de torero que es nuestro paisano Jesús Arruga. En mi opinión, el mejor tercero del escalafón. Por encima de los Blázquez, Fernández hijo, Pirri y demás puntilleros de las figuras. Jesús es un compendio perfecto de capacidades y aptitudes que aparecen en el manual del buen tercero. Perfecto en la colocación, un dechado de capacidad física, insuperable con los palitroques, valor sereno y un seguro de vida con la puntilla. En la tarde de ayer volvió a demostrar su categoría. Dos pares y dos puntillazos. Nada más, y nada menos. Orgullo aragonés.
Hoy partimos hacia Madrid para echar el cierre a la Feria. Veremos en directo las corridas de Palha y Cuadri. A la vuelta, os cuento.
FOTO: Las-Ventas.com
Hoy partimos hacia Madrid para echar el cierre a la Feria. Veremos en directo las corridas de Palha y Cuadri. A la vuelta, os cuento.
FOTO: Las-Ventas.com
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6 comentarios:
David:
No creo que haya que cambiar el reglamento, con que el público se de cuenta de lo que es el destoreo y que se mida la faena por el toro que se tiene delante, César Jiménez no solo no habría cortado ninguna oreja, sino que podría haber salido abochornado. ¡Qué toro se dejó ir sin torear! Eso sí, trapacearlo lo trapaceó muy bien, pero me parece injusto hablar de esto cuando en la plaza vimos lo de Jasús Arruga. Dos años seguidos como triunfador de la feria y solo con un par de banderillas. Eso es torería. No te lo voy a contar porque ya lo viste. Me preguntaban si era maño y me acordé de ti. Pensé que qué orgullosos tenías que estar en tiu sillón viendo a tu paisano, aunque estoy seguro de que si hubiera sido de Mozambique, habrías vibrado igual. Fue una pena que el toro no permitiera que Carlos Casanova hubiera culminado los dos pares, pero era más complicado por el derecho para las banderillas.
Un saludo
PD: Hoy es 1 y mañana 2.
Enrique,
interesante reflexión sobre la idoneidad de tener en cuenta al toro que se tiene en frente para valorar los premios. Yo comparto ese análisis.
Que el toro era de dos orejas, creo que en eso estamos todos de acuerdo. Y premiarle con una oreja ya es algo significativo de que la faena no fue rotunda y la que ese animal se merecía. De hecho, el mismo matador así lo reconoció en los micros.
Con esa misma idea, para mí, en el sobrero de Carmen Segovia, CJ estuvo a su altura, incluso por encima de él. Siendo esa oreja muy discutible, a mí me gustó más en ese que en el bueno.
Respecto a Arruga, en esta época donde Aragón, tierra de grandes toreros, carece de algún matador de relieve, los aficionados maños tenemos en Jesús, y también en Carlos Casanova, un motivo de orgullo patrio. Es una auténtica gozada verles tarde tras tarde.
Ayer me levanté del sillón en ambos pares de Arruga, y en los dos puntillazos que dió. Tan o más imporante que lo primero.
Hoy llegaré justo de tiempo a los toros, pero mañana estaré todo el día por las cercanías de la plaza, así que me encantaría poder saludarte.
Tengo las localidades en el tendido del 6, que no en la Grada. Espero poder saludarte.
Saludos
Por una inopinada reunión que me montaron por la tarde, no pude ver la corrida.
Pero la tengo grabada. Me temía que igual la borraba sin verla, pero ahora tengo curiosidad por ver y juzgar por mi mismo.
Adelanto una vieja duda que es raro el año que no me asalta en los tendidos, asistiendo en vivo a algún festejo.
La duda es la siguiente: cuando el toro es de dos orejas, ¿tiene sentido concederle una al torero?
Si juzgamos la actuación, como debe hacerse, en función del toro, una faena de oreja a un toro de dos, ¿no es desaprovechar el toro y por lo tanto no merece ni siquiera el primer apéndice?
¿Se puede decir en esos casos aquello de "Aut Caesar aut nihil"? ¿O César -dos orejas- o nada?
Y mira por donde, visto quien es el coletudo, me ha salido sin querer un juego de palabras.
Modificación del Reglamento para suprimir la cuantificación del éxito en número de despojos, simplemente aplausos recibidos desde el tercio o desde los medios si el matador se atreve a ello. Salidas por la Puerta Grande, sólo cuando al ruedo bajen mínimo 1000 personas que desean sacar el torero a hombros, cobrando 10 euros a cada uno que se destinarian al Sanatorio de Toreros, es una idea asi a vuelapluma, aunque quizas excesivamente triunfalista en cuanto a las puertas grandes
En Bilbao ese asunto lo tenemos resuelto: hay que cortar dos orejas por la misma faena; una se la cortan al toro, y la otra -a juzgar por como la defiende- al Presidente.
Así las puertas grandes -las pocas que se dan- tienen verdadero significado.
La pega es que esta solución depende de un solo hombre -Matías González- y hay mucha gente que se lo quiere cargar, precisamente por ser tan desgradable y no tener "sensibilidad" para propiciar éxitos fáciles.
Que tengáis suerte con los históricos Palhas. Espero por vuestro bien que salgan mejor que en Bilbao el año pasado.
Yo no veré la corrida. Pero mañana no me pierdo a mi paisano Fandiño por nada del mundo.
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