Aragón tiene una ganadería de 1ª División

Y un Equipo. Aragón tiene una ganadería de Primera División y un equipo. Y yo que me alegro. Encastada y muy interesante la novillada de Los Maños. Quizás a alguno de los novillos, sobretodo al primero, le faltó  remate y presencia, si bien las razones son varias y no todas responsabilidad del ganadero. Esta novillada en Octubre hubiera sido de otra de facha. La mejor virtud de la novillada fue la diversidad. Todos. Cada uno de los novillos que saltaron al ruedo tuvieron interés y un fondo de casta. Cuatro ovacionados en el arrastre. Dos de ellos superlativos. El segundo y el de la jota. A este último se le dió la vuelta al ruedo, algo excesiva a título individual, pero más que comprensible como premio al conjunto. Al que firma, incluso, le gustó más el segundo, primero lidiado por Imanol Sánchez, que el que finalmente recogió honores en su vuelta de reconocimiento.

Vuelta al ruedo de el toro de la jota

Aragón tiene una ganadería a seguir. Y que dure. Para los que no la conozcan, decir que pasta en el frío prepirineo aragonés y por sus venas corre sangre Santa Coloma, vía PAblo Mayoral y Bucaré, antiguo Buendía. Muchos de ellos son familia de los novillos de Flor de Jara lidiados el otro día en Madrid.

No se qué méritos ha hecho Juan Jose Varela para venir a Zaragoza, aunque los intuyo. Veintisiete primaveras después, ni sabe ni puede. Mientras deambulaba por el ruedo, Miguel Cuartero, sentado en su localidad, observaba lo acontecido con la mirada fija, pensando yo qué se. Aunque se lo pueden imaginar. Varela, novillero madrileño, fue testigo directo del asesinato perpetrado por su picador. Mucho miedo con la pañosa. Mató, o algo parecido, con la zurda. El novillo fue aplaudido como castigo al temeroso novillero. El cuarto de la tarde, una preciosidad. Cárdeno claro, manchado, botinero y bocinegro. Vuelven a darle demasiado en el caballo para variar. Inoperante y desconfiado. Que no vuelva.

Javier Jiménez con las dos orejas

Imanol Sánchez ha estado mucho mejor que el año pasado pero el año que viene le quiero ver mucho mejor que este. Progresa adecuadamente. El segundo de la tarde, el mejor del encierro, empujó, y mucho, en el caballo. Bien en banderillas el novillero, con un par al quiebro que destacó sobre el resto. Reseñable comienzo de faena por abajo. Inteligente preámbulo. Tandas templadas y con buena rúbrica. Por poner un pero, demasiado toreo lineal, escupiendo al novillo hacia las afueras. Faltó poso. La espada, a pesar de la rectitud en el embroque, cae baja. Oreja con petición mayoritaria. El lucero que hizo quinto manseó en varios tramos de la lidia. Recortaba el viaje, si bien acabó embistiendo con clase y profundidad por la buena labor del espada y el fondo de casta que tenía. Imanol estuvo intermitente. Lo mejor, los de pecho. Bajonazo y petición que no es correspondida por el Presidente del festejo. 

La nefasta lidia perpetrada al tercero de Los Maños llevó al traste cualquier posibilidad de lucimiento. El novillo reponía y sabia siempre lo que se dejaba atrás. Pasó miedo Javier Jiménez. Se lo quitó de en medio dejando la espada más cerca del rabo que del morrillo. El de la jota, el de mas presencia, puso en bandeja veinte embestidas para llevarse sus orejas. En la veintiuno dijo basta. Javier Jiménez, novillero de Espartinas, lo toreó relajado y con cierto gusto.  Alumno aventajado de la escuela del toreo postmoderno. No diré lo que cabía entre toro y torero para no parecerme a mi admirado Solís.  Estoconazo arriba y dos orejas excesivas. Por lo visto, se ha extendido a Zaragoza el síndrome orejil presidencial de Madrid. Vuelta al novillo como exitoso final y vuelta al ruedo del mayoral a lo Cuvillo.

FOTOS: NAYADE MONCÍN (burladero.com)