Gente como Ana Pastor encumbra a una generación. Demuestra que profesionales nacidos cerca de los ochentas también pueden ser referentes. Respetada por toda la profesión, Ana Pastor comenzó a presentar "59 segundos" con 28 primaveras. Dos segundos por año y aún le sobran un par. Algún directivo bienpensado apartó los prejuicios de la inexperiencia para hacer prevalecer la capacidad. Una carrera meteórica y brillante que no hubiera sido posible en un sector oligárquico y de vetustas dinastías.
Si un treintañero osara presentarse a un concurso de adjudicación de una de las plazas relevantes, la plica va directamente a la basura con el membrete intacto, sin leerla siquiera, por descarado, fanfarrón, inexperto e insolente. De eso ya se encargaría algún carcamal.
Ante este panorama, en este sistema de naftalina y ábacos, los grupos empresariales están gestionando las plazas de toros igual que se hacía hace cincuenta años. Así nos va.
FOTOS: elmundo.es y heraldo.es
4 comentarios:
David:
Verás que pronto se nos cae el mito cuando esta periodista diga cualquier bobada contra los toros. Y dirás ¿a qué viene esta bobada? Pues a que tengo muy reciente que esta tarde me paro en el programa de Florentino Fernández, que siempre he tenido la sana costumbre de no ver? y en referencia a la noticia de que se va a cursar la ILP a favor de los toros, han puesto la chica y el jefe una cara de asco, como si se fuera a legalizar de nuevo la esclavitud. Espero y deseo que Ana Pastor no vaya por ese camino, pues es de las pocas que le pongan a quien le pongan delante no se amilana, se crece al castigo y no para de empujar hasta que derriba al entrevistado. Perdona esta boutade, pero es que aún me escuece.
Un saludo
No me fastidies Enrique. Ana Pastor no.
Uno puede ser lo que quiera y tiene derecho a ello, lo que realmente me molesta es la hipocresía y que intenten imponerme una superioridad moral.
Un amigo me ha comentado lo de la tal Anna Simón y su soflama antitaurina. Yo si que tengo la mala costumbre de ver a Florentino Fernández el día que puedo comer en casa, incluso me divierto con el show. Asi que, yo también me he llevado un pequeño chasco cuando me lo han comentado. Sin embargo, tal y como le comentaba esta tarde a mi amigo, mientras salgan ese tipo de antitaurinos de corto recorrido y escaso intelecto, estamos salvados. Eso si, el día que alguna Ana Pastor se ponga al frente de esa batalla, tenemos un problema.
Saludos
David, hacen justo lo contrario de lo que se precisa. No entra en sus planes salvaguardar la ESENCIA de emoción del espectáculo. Y menos aun innovar sus ALEDAÑOS (promoción, organización, incardinación en la sociedad). Entre los antitoro de fuera y los taurinos-anti-taurinos, menudo panorama.
Un abrazo.
PD: Ya soy cuarentañero, pero intentamos seguir en novillero... Ahora te mando privado a twitter.
Juan, y no crees que eso que dices (ESENCIA, ALEDAÑOS...) tiene mucho que ver con la generación o década donde se han formado y han crecido profesionalmente los actuales gestores de las plazas? Conceptos como la gestión de la innovación son relativamente nuevos, y, o te reciclas, o eso te suena a chino.
La diferencia reside entre el profesional que durante toda la vida sigue aprendiendo y capacitándose ante las nuevas realidades, y el que sigue haciendo las cosas tal y como las hacía hace 20 años. De estos últimos, hay un buen puñado que han tenido que cerrar empresas cuando han venido mal dadas.
Tengo claro, que la mayoría de los empresarios taurinos son de los últimos. Y que tú, querido profesor, eres de los primeros, apesar de sobrepasar la cuarentena, jejejejje
Saludos
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