En ocasiones la vida es incomprensiblemente caprichosa. Hasta límites insospechados. Del todo a la nada.
Del vacío más absoluto al éxito imperecedero apenas concurren varios milímetros de suerte y perseverancia. Una mecha encendida que puede estallar en cualquier instante. Destinada para aquellos que no pierde la dignidad ni desesperan cuando vienen mal dadas. Que se lo pregunten a Juan Mora.
Torero durante ocho años sin pisar un ruedo. Una docena de naturales. Nada más. Y nada menos.
Una docena de naturales bastaron para cambiar el escenario. De estar hundido en el abismo del olvido empresarial a pasar a saludar al Rey en las dependencias toreras de las Ventas durante el próximo mes de Mayo. Beneficiencia de testigo.
Recuerdo a Juan Mora, no hace tanto tiempo atrás, contando sus miserias e incomprensiones profesionales en una revista taurina. Allí recordaba que él seguía sintiéndose torero a pesar del silencio administrativo presente. Entrenaba diariamente a modo de paliativo contra el alzheimer de las empresas. Sabía que llegaría su oportunidad y tenía que estar preparado para tal embite. Después de una terrible cornada, meses y meses de soledad, 27 años de alternativa y más de 8 años sin montar apenas los trastos en la furgoneta de cuadrillas, llegó el día señalado. Parecía una limosna caritativa de la empresa de Madrid. No importa, era el día que tanto tiempo llevaba esperando. No era ni la corrida ni la fecha soñada pero llegados a este punto eso era ya lo de menos. Dos tandas de naturales y la espada de matar montada. Un estoconazo por sorpresa. Locura colectiva. Un estallido de felicidad. Ya están pensando en volver a verle. Dónde y cuándo. Expectación a borbotones. El teléfono no para de sonar. Doce naturales. Doce. La grandeza de este espectáculo es la única irracionalidad que puede argumentar este vuelco en la vida de un torero. Bendito vuelco.
Ahora Juan Mora puede cobrarse olvidos pasados. Yo lo haría. Por vergüenza torera, y por amor propio. Quien quiera verme, que pase por ventanilla para hablar con mi apoderado, él es el que sabe de ceros. Acaban de confirmar que toreará dos tardes en Madrid, incluida Beneficiencia, la deseada por todos. Y suena el Domingo de Resurreción en Sevilla. Doce naturales bastaron. Solo doce.
14 comentarios:
¿Domingo de Resurreción en Sevilla?.
Raúl, quizás me he extralimitado en el verbo (ya lo he cambiado), pero si que sé que se han interesado por él para Resurreción en Sevilla.
No estaría nada mal.
Saludos
David:
Te felicito por volver a recordarnos a Juan Mora. Nunca será suficiente; y volvernos a hacer sentir lo que fue aquella tarde. Estas son las cosas que nos mantienen la ilusión.
No soy amigo de que la Beneficiencia se monte antes de acabar San Isidro y mucho menos antes de empezar la temporada, pero esta excepción me parece justificadísima. Pero que el resto del cartel esperen para el que se lo gane en la feria.
Un saludo
Enrique el problema es que luego,si triunfan,no quieren volver a torear. Por éso empezaron a cerrar el cartel antes. Lo suyo sería como tú dices.
David, te cuento. Lo de Juan Mora en Sevilla, ahora mismo es posibilidad remota. Morante ya está contratado, Manzanares dalo por hecho. Con el Juli están iniciadas las conversaciones, pendientes de cerrarlas. Es la terna elegida. Solamente en el caso, de no llegar a un acuerdo con El Juli por los dineros, habría que buscar un tercero. Y no creo que sea Juan Mora. De todas formas, sin JT (por ahora), lo lógico es que se entiendan con El Juli.
Enrique, viendo estos últimos días como todas las empresas están llamando a Juan Mora para contar con el en sus Ferias me he acordado de aquella faena y me la he vuelto a poner en DVD. Ha sido verla y ponerme a escribir.
Respecto a la Beneficiencia, tan justificada está la presencia de Juan Mora, por su faena del 2 de Octubre, como creo que lo está la de Morante (parece estar también confirmado) después de sus actuaciones de años atrás, sobreodo con el capote. Dejemos el tercer puesto abierto. Me parece bien.
Que ganas entran de volver a ver a Juan Mora, Enrique. Saludos
Raúl, seguramente tengas razón. Sueles estar muy bien informado en estos temas, jejeje.
Ha llegado a mis oídos que Juan Mora vuelve a estar en las quinielas. Como bien dices, cerrado solo está Morante y las cosas pueden dar aún muchas vueltas. Ya solo que piensen en él para sustituir a una posible baja de El Juli o Manzanares, por el motivo que fuere, es totalmente aclaratorio de la importancia de lo que hizo aquella tarde.
Saludos Raúl
David:
Ya sabes que Morante es una de mis debilidades, aunque a veces con claroscuros, pero a pesar de todo creo que habría que esperar al final de la feria. Así se había hecho siempre hasta la llegada de estos señores de Taurodelta, lo que permitía que la torearan toreros que explotaran, días después de su triunfo. Eso sí, los señores empresarios estaban entonces más obligados y si no ponían a los triunfadores o a los que interesaban en ese momento, igual se comían algunas entradas. Así aprovechan el tirón de sacar el abono y la Beneficiencia al mismo tiempo y se aseguran una buena entrada, que no lleno, según los últimos años, precisamente por montar carteles para la tele que se ve en toda España y no para el aficionado, en este caso de Madrid.
Un saludo.
PD:
Ya te veo con ganas de arrancarte a cualquier plaza, saboreando los posibles carteles aquí y allá. Tranquilo que ya queda nada y en tres días estamos discutiendo de esta o aquella faena.
Si en parte tienes razón Enrique. Pero veo en un cartel a Morante y a Juan Mora y se me va de la cabeza cualquier tipo de exigencia racional como aficionado.
Estoy ya con un mono de toros que empieza a ser preocupante. Pero aún no se dónde será mi debut esta temporada. Al revés que Morante y Juan Mora, aún no tengo nada firmado. jejeje
Un saludo
Felicitaciones por la entrada, un placer leer el post.
Dani, muchas gracias por tus amables palabras. El placer es nuestro teniéndote como lector.
Un afectuoso saludo
Ya está todo dicho.
Solo quiero añadir que los demás toreros deberían tomar nota de la ventaja que supone torear con la espada de verdad. Ya sé que pesa más (a tanto ya llego) pero ¿llegan ellos a darse cuenta de cuanto mejor matarían, en forma y en oportunidad?
a Enrique Martin decirle que la Beneficencia no la organiza la empresa.
Cincinato, parece evidente que es una ventaja a la hora de entrar a matar pero aquí nadie, o casi nadie, monta la espada de matar.
Las costumbres, sobretodo las malas, suelen ser difíciles de quitar.
Saludos
Anónimo, respecto a la Beneficiencia, tenía entendido que la organiza la empresa bajo las sugerencias de la Comunidad de Madrid. Pero no se el porcentaje de responsabilidad de cada uno en este caso. Saludos
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