Los aficionados que componemos la
blogosfera taurina tenemos la enorme suerte de compartir afición y dedicación bloguera con grandes profesionales y clarividentes mentes que dedican parte de su tiempo libre, supongo que escaso, en aportar luz en muchas de las cuestiones que rodean la Fiesta de los Toros.
Entre estos blogueros de reconocido prestigio se encuentra
Juan Medina, profesor de Universidad, que desde su
Escalafón del Aficionado aporta día sí y día también datos y estadísticas que llenan de argumentos muchos de los enfoques que una mayoría compartimos.
Como su último post nos incumbe a los aficionados de Zaragoza aunque sea de soslayo, me he permitido la licencia, abusando de la confianza que Juan me transmite, de usar su información para publicarla aquí y que de esta manera sea extensible a la parte de la afición maña que aún no conoce
el Escalafón del Aficionado.
Juan Medina ha realizado un arduo e interesante trabajo que compara las 54 plazas españolas de primera y segunda de acuerdo a su nivel de exigencia en la concesión de trofeos. Si bien, existen muchos factores intervinientes en la adjudicación de orejas, (tipo de toro, toreros, público, presidentes...) si que me parece muy representativo el resultado final, el cual ordena de menor a mayor el ratio que relaciona el número de orejas medio que se conceden por tarde durante una temporada.
Para nosotros, la afición de Zaragoza, resalta sobremanera la posición en la que queda nuestra plaza durante el 2010. Somos segundos, después de Madrid, en relación al ratio anteriormente comentado. En 2009 quedamos quintos precedidos por Bilbao, Ceret, Madrid y Vic-Fezensac, por ese orden.
Es curioso, incluso contradictorio, las quejas que hemos manifestado los aficionados (este blog incluido), respecto el laxo criterio utilizado por los presidentes durante la Feria del Pilar 2010 (2ª oreja a EL Cid y oreja a Alberto Álvarez) con la posición en la que queda Zaragoza.
Si bien no es un estudio totalmente irrefutable para medir la exigencia de una plaza, si que deja bien a las claras cuáles son aquellos lugares donde el rigor, la exigencia y el toro prevalece sobre el resto de plazas.
5 comentarios:
Muchas gracias, David. Además, lo has explicado perfectamente.
En esto, cada uno aporta su tiempo y la munición que tiene, y entre todos hacemos de la blogosfera taurina un frente de lo más dinámico y variopinto.
Un abrazo desde Extremadura.
Juan, eso es lo mejor de la blogosfera taurina. Que todos aportamos nuestro granito de arena desde nuestro particular prisma y esto nos convierte en una corriente de aficionados tremendamente rica y potente ante la inoperancia de otros gremios.
Ese abrazo de vuelta
La plaza de Zaragoza ha sido exigente historicamente, es un hecho m´s que constatable en la historia de la tauromaquia. El problema es que este año de las orejas otorgadas alguna no debió serlo de ningún modo y en comparación con otras ferias (Madrid la dejaremos aparte que también vaya tela) los carteles eran paupérrimos. Por tanto sin ningún fuste del que tirar para dar premio ninguno.
Es cierto Corrochanito. Este año parte de la culpa de los pocos trofeos concedidos han sido las limitaciones de muchos de los toreros actuantes, y la invalidez de varios toros que salieron por chiqueros. Incluso, esto pudo haber influido en que los presidentes, en ocasiones, hayan bajado demasiado el listón.
Sin embargo, creo que Zaragoza si que se la puede considerar como una de las plazas más exigentes. De hecho, en el 2009, con carteles más rematados, después de Madrid y Bilbao, fue la tercera plaza española (también quedaron por delante Cerety Vic-Fezensac) donde menos orejas se concedieron por tarde.
saludos
Niego la mayor que creo que subyace a este post: que cuanto más exigente es una plaza, mejor es ésta.
Tan malo es ser un esaborio que no saca el pañuelo ni jarto de vino, que ser un festero que por hacer el paseillo sin tropezar ya está pidiendo orejas.
Me parece una estadística curiosa, y comprendo que al verla la hayas colgado en tu blog. de algo hay que hablar, y más ahora, en invierno. Pero nada más. Esa estadística no quiere decir nada ... salvo por lo que respecta al dato de Madrid. Se descuelga tanto del resto, que algo querrá decir, ¿no?
Igual en el "qué" no nos ponemos de acuerdo. Yo tengo mi teoría, expuesta con motivo del pasado San Isidro.
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