Dos tercios de entrada en tarde soleada y calurosa.
Primero de los dos festejos organizados por el Club cocherito para conmemorar su centenario.
Se le bailó un aurresku de honor a Victor Mendes al comenzar el paseíllo.
Dos notas sobre el aurresku:
1. Victor Mendes infringió dos veces el sencillo protocolo que hay que observar durante este baile. Y no por culpa suya. ¿Tanto costaba explicarle en treinta segundos de qué iba el asunto?
2. Estamos abusando del aurresku. Se concede ese honor con demasiada alegría, y con estos reconocimientos hay que tener cuidado: si se abusa de ellos se les vacía de significado.
Toros de Palha. En general, bien presentados. En cuanto al juego, ya se verá al hablar de los toreros.
MANUEL LUPI. Inexplicable –para mí- la programación de este primer toro de rejones. Como no entiendo nada de este arte me limito a decir que Lupi no calentó a los tendidos y que mató fatal, escuchando dos avisos y provocando una cierta impaciencia en el respetable, que estaba deseando que acabara el recital de pinchazos y pasadas en falso para que empezaran los de a pie.
VICTOR MENDES. Tampoco entendía yo la inclusión de este torero en el cartel, pero he de decir que hizo de lo poco bueno que se vio en la tarde. Muy torero su airoso galleo llevando al toro al caballo, y excelente primer par de banderillas, asomándose al balcón y exponiendo de verdad. El que tuvo, retuvo. El resto del segundo tercio fue inacabable: el toro, después del primer par, se quedó muy tardo, y encima exageró el defecto ya manifestado en el primer par de cortar mucho el viaje. Padilla, especialmente, pasó las de Caín para poner el par que le cedió Mendes. Éste, con apuros, remató el largo tercio más dignamente con un deslucido pero eficaz par al sobaquillo. El toro se quedó como un marmolillo en el tercer tercio y no se podía hacer nada. Palmas cariñosas.
JUAN JOSÉ PADILLA. Hay una versión de Padilla que, aún no siendo mi estilo, me merece cierto respeto: la del que lo da todo en los tres tercios, con verdad y jugándose el tipo aunque sea con su estilo más bien basto. No fue el caso de ayer. Vulgaridad total, (incluídas las aceleradas banderillas, que puso en solitario por estar Mendes en la enfermería por una lesión leve en la mano que no advertimos cuando se produjo) pases despegadísimos … Y eso que el toro duró, pero nos quedamos sin verlo porque con esa forma de ¿torear? yo al menos me quedé sin saber qué llevaba dentro. Sus dos docenas de incondicionales pidieron la oreja. El resto, silenciamos su actuación.
RAFAELILLO. Nuevo en esta plaza La gran decepción de la tarde. Su toro fue ¡cuatro veces al caballo! Incluida una primera en el que hacia puerta. Y la segunda de ellas –primera con el picador de turno- le hicieron ¡cuatro boquetes! mientras le tapaban la salida para ensañarse a gusto. Daba grima ver la sangre saliendo a borbotones de los múltiples agujeros que le hicieron al animal, algunos traseros, otros bajos … La sangre llegaba a chorros a la pezuña y hacia un charquito cada vez que el toro se parara aunque fuera un instante. Una verdadera carnicería. Con la muleta se desentendió totalmente: no se la puso bien ni una sola vez. Eso sí: con muchos aspavientos de “no se puede hacer nada”. Ha debido firmar muchos contratos por su oreja isidril cuando se inhibe así en su presentación en una plaza de primera como esta. Si yo fuera de la Junta Administrativa, no le traería en Agosto, desde luego. Silencio con algunos pitos. ¡Qué buenos somos en Bilbao!
LUIS BOLIVAR. Le tocó el mejor toro de la tarde, al que hizo una faena tan larga como insustancial. Dos derechazos y uno de pecho tuvieron empaque. El resto: la nada. Claramente por debajo del toro, sin embargo su pegapasismo le valió una petición minoritaria. Un intento de vuelta al ruedo fue abortado por las protestas de la sombra, donde casi no había habido pañuelos.
IVAN FANDIÑO. Dio los mejores capotazos de la tarde al recibir al sexto. Pero con la muleta no se acopló. Me dio la sensación de que el toro tenía más, pero que no supo entenderle. Le faltó echarle la muleta al hocico y tratar de llevarle largo. En lugar de eso, toreó con la muleta retrasada y acortándole él el viaje. Es muy cómodo ver los toros desde el tendido, con el cubata en la mano, pero a riesgo de ser injusto con Fandiño, tengo que decir que eso es lo que pensé viéndole torear. Palmas de paisanaje.
En resumen: un galleo y un par de Mendes, tres muletazos de Bolívar y unos lances de Fandiño, lo único destacable en una tarde tal larga como deslucida.
Los toros: uno malísimo (Mendes) uno bueno (Bolívar) y tres que me quedé con la sensación de no haber podido ver: el masacrado por Rafaelillo, el desaprovechado por Fandiño y el no toreado por Padilla.
Crónica escrita por CINCITANO. Aficionado de Bilbao
7 comentarios:
Me gustaría, a ser posible, debido a mi ignorancia sobre el tema, que me explicara un poco el tema del aurresku, tengo también curiosidad (sana) por saber porque no se puede abusar de él. El cartel es rarísimo, invitaba poco a ir si no es por que es Palha. Y lo de Rafaelillo es más raro aún, suele ser un torero que puede estar mejor o peor, pero no engaña a nadie. De todas maneras, si yo fuera aficionado de Bilbao (yo lo veré por la tele) querría ver a Rafaelillo en la Aste Nagusia, no le tendría el petardo muy en cuenta. Y vistas a Madrid, preocupa lo de Palha teniendo en cuenta la trayectoria descendente que ha cogido el hierro portugués.
Muchas gracias por la crónica y saludos
Cada quien tiene sus conocimientos y opiniones sobre toros 2010, toreros y tauromaquia, y por eso algo que me ha gustado mucho en la manera que usted ha tratado estos asuntos es que no se le ha olvidado incluir muchos puntos de vista. Se tiende a mirar la mayoría de las veces una situación bajo una sola lupa, y usted ha tratado de no caer en ese error; siga escribiendo así.
El aurresku es un baile que se realiza como acto de homenaje a alguien.
Al destinatario hay que advertirle de dos cosas:
1) Que al inicio del baile el dantzari le va a arrojar la boina, y que debe cogerla y guardarla hasta el final del baile, momento en el que se la devuelve al dantzari.
2) Que el baile tiene tres fases, y que al final de cada una hay unos pequeños tiempos muertos que los no iniciados interpretan como el final del mismo. Sin embargo, el homenajeado no debe devolver la boina hasta el final de la tercera fase, fácilmente reconocible porque es entonces cunado el dantzari da por finalizado el aurresku saludando a los cuatro puntos cardinales antes de ir a recuperar la boina.
Esto se esplica en un minuto. Y no se hizo. EL dantzari tiró la boina y no se enteró, quedándose esta en el suelo ante la indiferencia de Mendes. El Presidente del Cocherito tuvo que ir a recogerla y dársela al portugués.
Luego, cuando acabó la primera fase, Victor creyó que había cabado la cosa, y se abalnazó sobre el dantzari a abrazarle y darle la boina. Este, por no despreciar, tuvo que coger la boina y bailar las otras dos fases con ella en la mano (la primera vez que lo veo)
Insisto: No es culpa de Mendes. Le tenían que haber avisado.
En cuanto al "abuso" es muy sencillo. Se les han hecho aurreskus a toreros tan poco representativos como El Litri (hijo), tan solo porque se despedían.
El día que se despida Ponce, ¿que hacemos? En proporción, habría que ponerle una calle.
Es de cajón: si abusas de lo extraordinario, se convierte en ordinario, y el día que de verdad necesitas hacer algo especial, ¿qué haces?
Dos apostillas a mi crónica.
Los toros. La corrida fue muy desigual de presentación. Y ni tomo notas, ni tengo memoria para explicarla toro a toro. Decir solo que fue desigual era no mojarse y decidí salir del paso con un genérico "En general, bien presentados"
Hay que matizar. Al decir eso quise decir que la corrida era seria, como se pide en Bilbao. Pero algunos, siendo serios, eran feos. Hubo varios toros bastos y de hechuras poco armoniosas. Incluso alguno estaba poco rematado por detrás aunque por delante diera miedo. Pero siempre dentro de la seriedad.
Y en cuanto a Rafaelillo, escribí con el calentón. Sí. Se le puede dar otra oportunidad en Agosto. Pero que alguien me explique qué le pasó el otro día.
A este respecto, olvidé decir en la crónica que, para no desmerecer de su falta de actitud, a su toro lo mató de un bajonazo descarado.
Cincinato, primero de todo, muchas gracias por mandarnos tu crónica y molestarte en escribirla.
Por lo que cuentas, hubo detalles aislados pero la corrida no rompió.
Respecto a Rafaelillo, seguramente tuvo un mal día. Rafaelillo es un torero, sobretodo honesto con la profesión. Seguro que en Agosto se resarce.
También me alegra que la gente respondiera con una buena entrada.
Lo dicho, un lujo tu colaboración como cronista.
Dando una vuelta por la red veo que la presentación de los Palhas ha gustado a todo el mundo mucho menos que a mí.
Francamente: debo tener otro criterio. Es cierto que la corrida tuvo toros muy bastos, pero llamarles becerrotes ... Según ese criterio, lo que se está viendo en San Isidro, salvo excepciones, son sardinas. Por no hablar de los Cuvillos del día siguiente o de lo que salió la Semana Grande del año pasado.
Y de Rafaelillo, le disculpan diciendo que el toro era un marrajo. Pero me extraña que nadie menciona la carnicería del primer tercio.
Gracias, con retraso, a Cincinato por la crítica de la corrida y por el apunte cultural.
Saludos
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