1. LOS PRECIOS DE LAS ENTRADAS
¿Para cuando una segmentación del precio de las entradas más allá de hacerlo según el tipo de localidad? Una de las mayores barreras de entrada que encuentran la gente joven para acudir a las plazas de toros es el precio de las entradas que hay en taquilla. Me pongo en la piel de un estudiante de 2º de Medicina, que dispone de 50€ semanales para sus gastos, con cierta curiosidad por acudir a ver una corrida de toros animado por un amigo aficionado que no le para de hablar de lo que vio el otro día en el ruedo. Por fin se decide a acudir a la plaza, pero cuando llega descubre desolado que la corrida de la que tanto le habló su amigo le supone un 80% de su presupuesto semanal dirigiendo su elección a una de las localidades más baratas de las posibles. Evidentemente, el estudiante en cuestión acaba por desechar al idea de ir al tendido viendo que su presupuesto semanal y mensual iba a quedar seriamente dañado. Un aficionado menos que ganamos para la causa.
Los empresarios argumentan la carestía de los pliegos, pero creo que existen soluciones más imaginativas que pueden generan rentabilidad, y no solo precisamente económica. Estoy hablando de segmentar el precio de las entradas por estratos sociales y edades.
Si suele haber precios especiales para peñistas o jubilados, ¿por qué razón nunca los hay para menores de edad o universitarios?.
Si no es lo mismo ver a José Tomás o Enrique Ponce que al matador de 15 corridas anuales o el de la tierra (sin dar nombres), ¿por qué cuesta el mismo precio ver a uno que otro?. En este aspecto, el argumento empresarial se erige en la necesidad de ganar dinero en las corridas baratas para poder contratar a los toreros caros. Pues bien, la solución sería abaratar en taquilla los carteles más flojos y encarecer los carteles más rematados. Incluso de esta manera, incrementaríamos los abonos de feria y temporada.
Si a las novilladas de temporada acudimos 1.000 personas a la plaza, ¿por qué no se invita a institutos o universidades a que acudan gratuitamente a la plaza como se hace en muchas plazas con jubilados y pensionistas? la caja va a ser la misma, pero si ganamos 3 adeptos nuevos para el año que viene, ya habremos mejorado el escenario previo.
Hay que darse cuenta que con el dinero que le supone a un joven acudir a un tendido de sol, salvo contadas excepciones, puede irse a ver un partido de fútbol de primera división, acudir a un musical, invitar a cenar a su novia o salir de copas con sus amigos durante toda la noche. Son muchos los ejemplos de este tipo que los empresarios deberían identificar como competencia indirecta y actuar en consecuencia como hacen con sus competidores conocidos.
En la siguiente entrega hablaremos del compromiso moral que deberían tener los profesionales del toro en este tema, lo que hoy en día los empresarios llaman la responsabilidad corporativa.
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